Wednesday, December 27, 2006

2006

He intentado un anuario, o una especie de resumen de las cosas que me fueron interesando a lo largo del año. He evitado listas y demás enumeraciones que seguramente deberán ser remedadas a mediados de 2007. Espero que sirva para reflexionar, ante todo. Evité referencias personales o un recuento de aventuras semibiográfico. A nadie le importan, incluyéndome.

I. Internet

En el posteo anterior hablaba de la posibilidad de bajar un disco de un artista notable (digamos, Stephen Merrit) que probablemente nunca consigamos en la disquería amiga, sólo porque sus gerentes están más ocupados colgando posters del nuevo unplugged de Ricky Martin que en la idea de vender música. Los piratas de la industria discográfica tienen (como hemos visto) siete hijos que mantener, por lo que es inútil creer que van a tomarse la molestia de distribuir a los Magnetic Fields o en promocionar sus discos. Ahí radica la ventaja y la transformación de Internet, en el hecho de no depender más de un montón de gordos de traje sentados alrededor de un escritorio o, lo que es peor, de treintañeros progres que detrás de la mascarada de lo cool son capaces de entregar a sus madres a cambio de una camisa Levis y la entrada gratuita a un evento Gancia.

Es peligroso creer que vamos a encontrar inteligencia y talento a raudales en Internet. En primer lugar, es difícil que alguien con un mínimo de curiosidad por eso que poéticamente llamamos mundo pase más de 20 minutos diarios en la red, como mucho. Generalmente se trata de chequear mails, bajar algo de música y retirarse con la frente bien alta. La gente que está dispuesta a subir su foto, dejar un comentario, diseñar su espacio y comentar espacios de otros no me resulta atractiva, en lo absoluto. Internet es y seguirá siendo muy estúpida, sólo porque la gente “común” está en control de la misma. Esto no es un arrebato snob o elitista. Si me empeño en hacer mi propio sitio en My Space o en abrir un fotolog, lo más probable es que éste también sea un tremendo torrente de idiotez, con fotos mías tomando cerveza antes de ir a un boliche o unas vacaciones hippies al Machu Pichu. La información cibernética es en su mayoría fragmentada y superficial. Algunos hablan de una puerta abierta al mundo, de la posibilidad de recorrer fotologs y pasar del sitio de un amigo al de una alemana residente en Berlín. ¿Pero eso es cultura? ¿Qué podemos saber de Alemania y de las tradiciones alemanas viendo la foto de una rubia abrazada a sus amigas? Nada. No digo que haya que prohibir los fotologs, ni mucho menos, pero me niego a creer que se trata de un fenómeno, en realidad es una nueva plataforma para demostrar que somos muy idiotas cuando queremos, o que tenemos vidas de lo más ordinarias, o que deseamos desesperadamente que alguien nos conozca.

¿Los Blogs? Algunos blogs son realmente buenos, aunque probablemente no conozca ni el 0,0001% de todo lo que se publica diariamente. La industria ediotorial se empeña en hablar de un “fenómeno” pero después edita sandeces como Diario de Una Mujer Gorda, Lola Copacabana y Abzurdah, es decir, morbo y sexo en dosis exactas para tener un best seller en el verano, nada de literatura digna. Los blogs pueden estar llenos de idioteces, claro, pero al tratarse de un medio en el que lo escrito es más fuerte que la imagen, digamos que al menos por unos minutos no estamos atosigados por una lluvia incontrolable de extraños sonriendo a cámara, y quién lo maneja debe obligatoriamente escribir algo que lo justifique. He sacado buenas ideas de blogs y, como la prensa de televisión y diarios está tan asquerosamente comprada y orientada al más idiota de los espectadores, muchas veces los bloggers son una fuente de opinión más que interesante. Hay que saber recorrerlos. Recomiendo los clásicos: Lunes Felices, Mal Elemento, Contra las Cuerdas y los otros espacios que allí se linkean.

You Tube fue nombrado invento del siglo. Yo soy usuario de You Tube. Les cuento lo que estuve viendo últimamente: escenas de Padre de Familia, el trailer de la película de los Simpsons, vídeos en vivo de New Order en Argentina, vídeos de la presentadora de MTV Cecilia Peckaits (que es hermosa), etc. Nada demasiado trascendente, ¿no? El sitio Alta Pendeja es el más visitado de la Argentina, y consiste en adolescentes posando a cámara semidesnudas. En el último mes, la persona más buscada en el Google fue Paris Hilton, que no es precisamente una intelectual (aunque me cae genial). Teniendo en cuenta alguno de estos datos, y otros miles que encuentro en la vida cotidiana, sigo pensando que el sexo e Internet son los mejores socios de la historia desde Lennon – McCartney.

No creo que Internet, cómo recurrentemente se afirma en la RS o en la Inrocks o en la Ñ, haya marcado un cambio profundo. Me parece que a los medios no los hace el emisor sino el receptor. En el mismo momento en que Ileana Calabró medía 40 puntos en el programa de Tinelli, seguramente Canal A estaba emitiendo un documental sobre la vida de, no sé, Macedonio Fernández. Digamos que nuestra naturaleza es morbosa y todo lo que implique vergüenza ajena y sexo nos llama la atención. Internet es un medio anárquico, en la medida que tenemos miles de emisores, pero la misma regla sigue imperando por sobre todas las cosas: la morbosidad. Aunque sea una frase gastada (la usó en su video la tétrica banda El Bordo), es cierto que la revolución está en las mentes, y no creo que nadie haya cambiado su mentalidad por culpa de o gracias a Internet. En lo absoluto. Incluso las ventajas que nos otorga muchas veces son menores: ya nadie va a una biblioteca porque la Wikipedia nos da la respuesta en 30 segundos. Si eso es una revolución, yo no entiendo nada.

Por último, no sólo podemos bajar música a través del hecho glorioso de compartir archivos entre usuarios. También, y por suerte, he encontrado páginas y blogs que permiten bajar discos enteros con sólo apretar un botón, como si se tratara de una disquería virtual y gratuita. Recomiendo mucho este tipo de sitios. Milanga Venenosa, Mamushka Dog Records, Stay Free y demás páginas me han provisto de discos indispensables y por cierto inconseguibles.

II. Música

Es triste despedir el año viendo el nuevo vídeo de Jóvenes Pordioseros, Hijo del Oeste, y leer la placa del final: somos los negros, somos los grasas, pero caretas no. Encima aparece Juanse. Creo que ni adrede podrían haber hecho algo con ese nivel de ignorancia y falta de buen gusto. No voy a explayarme mucho sobre este tema, prefiero hablar de cosas que me gustaron.

Hace 2 o 3 años que la cantidad de bandas y discos que escucho crece en forma exponencial. Dios bendiga a Internet, como he dicho antes. Algunos de los músicos que me la volaron este años son: Pere Ubu, Wire, Regina Spektor, Los Planetas, Wilco, Spacemen 3, The High Llamas, el excelente nuevo disco de The Durruti Column, Keep Breathing, el muy bueno Awoo de The Hidden Cameras, y Richard Hawley y su disco Cole´s Corner (2005). Ah, si alguien tiene el celular de Regina Spektor, por favor páselo. Tengo que decirle que la amo.

En mi experiencia, los discos del año fueron Bee Thousand de Guided By Voces (1991) y 69 Loves Songs de Magnetic Fields (1993). Los dos se llevan los honores, son impresionantes. A 69 lo había escuchado hace tiempo, pero quizás por insistencia de mi hermano lo redescubrí y obviamente me encantó. Bee Thousand completa la línea histórica Crooked Rain – Unknown Pleasures - The Stone Roses, cada uno de ellos me ha impactado sucesivamente y son una estructura estética de la que me agrada aferrarme.

Sobre diciembre, y a modo de regalo navideño, escuché una de las mejores canciones editadas durante el 2006: Tesselation, Formerly Plateau One de Mahoganey. Una joyita escondida con aires a la Velvet, Spiritualized y Belle and Sebastian que es imperdible.

Este año comprobé nuevamente que la mejor banda argentina de la historia es Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, y que a excepción de algunos momentos de Pescado Rabioso, Sumo o Los Fabulosos Cadillacs (la etapa calavera), no hay muchos otros que hayan alcanzado la intensidad y la lucidez de una canción como Vencedores Vencidos.

Algo me da tristeza: ¿saben cuántos discos originales compré este año? The Life Pursuit de Belle and Sebastian, And then nothing turned itself inside-out de Yo La Tengo y A Storm in Heaven de The Verve. ¡3! ¡3! Y me quiero dedicar a la música.... Yo soy un imbécil...

Este año fue el boom de Miranda! Ojalá suene un boom en la habitación de Ale Sergi, y ese boom sea una bomba de hidrógeno.

III. Literatura

No sé bien que se ha editado este año; como en la música prefiero elegir libros que me hayan impactado durante estos 12 meses, prescindiendo de su fecha de edición. El primer semestre del año está dedicado por completo a El Lobo Estepario de Herman Hesse, de quién he hablado en su momento en este mismo blog. Durante el segundo semestre releí de manera compulsiva el libro El Simple Arte de Escribir de Raymond Chandler. Es una antología de la correspondencia del autor de El Gran Sueño durante toda su vida, y debo decir que es monumental. Su humor corrosivo y su lucidez para leer el mundo de su época es increíble. Lo recomiendo muchísimo.

¿Hay algún libro mejor escrito que El Gran Gatsby?

IV. Política

Pienso que la política no soluciona problemas, sino que los genera con el único fin de legitimar su existencia. También creo que si la humanidad se reinventara hoy, tarde o temprano terminarían apareciendo los políticos: son un mal necesario. Ojalá lleguemos al punto en el que el Estado desaparezca y podamos vivir en armonía sin la necesidad de un Leviatán. Para eso falta mucho, e incluso es probable que nunca suceda.

Lo peor del gobierno de Kirchner es que no sabe adónde va. Toma medidas emparchadoras sólo cuando una comisión determinada se acerca a él para pedirle algo, pero uno nota que no hay un plan a futuro ni ideas de un país a 100 años, ni siquiera a 10. La carencia de educación y la violencia están más presentes que nunca. Creo que se está dando un fenómeno extraño en nuestro país: la resignación. Uno sabe que hay inseguridad, pero todos nos hemos acostumbrado a convivir con ella y sabemos que no hay mucho que se pueda hacer para combatirla. Los medios ya no tocan el tema porque no es interesante para el espectador. A una amiga le desmantelaron el auto y le robaron la cartera en una villa en Quilmes y todos dijimos lo mismo: “para qué vas a Quilmes?”. Es decir, ya se sabe que es probable que te roben, mejor evitarlo. Creo que la mayoría tiende a un optimismo resignado, a ver el color esperanza aún cuando todo sea gris. Las empresas están invirtiendo nuevamente en el país (únicamente porque el cambio es de 3 a 1) y entonces la clase media tiene trabajo. Con eso uno se da por satisfecho, ¿no? También creo que la especialización de los trabajos hace que tipos que manejan millones de dólares sean increíblemente ignorantes en todo menos en, justamente, la actividad por la que son tan bien remunerados. Esto no es un problema del gobierno, claro, es algo global, que explica en parte el estado de las cosas.

Kirchner es tan peronista como Balbín, quizás menos. Creo que la definición de su gestión es asquerosamente pragmática. No tiene ideología, no tiene discurso, como los mafiosos habla sólo cuando le preguntan algo y desde las sombras en las que ha decidido ocultarse maneja su poder con la sutileza de un malabarista. Sabe que los medios lo ridiculizan todo y por eso los evita de cualquier manera. Sólo se muestra en discursos populares en los que una multitud (todos militantes pagados por el estado mismo) lo aplaude a rabiar. Su gobierno es autoritario, ha censurado libros y no tiene problemas en manejar medios como Clarín o Canal 9 mediante la presión de la publicidad estatal. El viejo “divide y reinarás” es aplicado con una pasmosa frialdad, y le otorga grandes beneficios. Revolviendo la olla del pasado se puso en el bolsillo a un sector ideológico y promovió la aparición de idiotas como aquellos de la Memoria Completa. Todo eso es culpa del presidente, Bachelet en Chile manejó con más altura el tema de la dictadura, y con los mismos resultados, quizás mejores. En su tablero de ajedrez tiene peones que sacrifica cuando es necesario, algunos de ellos impresentables (léase D´Elía), y otros menos notorios pero con enorme poder (De Vido), que realizan obras presupuestando 80 millones de dólares cuando es más que posible hacerlas por la mitad de ese dinero.

Este año se vienen elecciones y me preocupa la posibilidad de que el presidente sea reelecto, cosa que seguramente sucederá. Tampoco creo que nadie en la oposición tenga alguna idea clara o las agallas para tomar decisiones. Kirchner lleva el país en piloto automático y le va bien, ajustando algunos temas sociales y políticamente correctos logró embolsarse a medio electorado y ha sido capaz de seguir con sus negocios. Su política es la política del choripan y la Coca, del voto a cambio del puesto, del acomodo y el amiguismo, del sálvese quien pueda, del beneficio a cambio el compromiso, es sucia y desagradable, hace ver a Duhalde y a Menem como dos demócratas pasados de moda. Cuenta con el favor de los medios de comunicación, que en los noticieros le dedican 30 minutos al fenómenos de los “metrosexuales”.

Sobre lo del traslado del cuerpo de Perón, tengo una anécdota. Un conocido estuvo viviendo durante años en México. Finalmente logra tomarse unas vacaciones y regresa a Argentina. Tiene un departamento sobre la 9 de Julio. Abre la ventana y ve, luego de 25 años de ausencia, el cadáver de Juan Domingo pasando con todas las pompas por la avenida principal de la nación. Estuvo llorando y riendo, sucesivamente, durante unas 3 horas.

Ya que estamos en el tema, me pone muy triste que Marta Holgado no sea la hija del General. La verdad: la señora es igual a Juan Domingo. No confío en las pruebas de ADN. Por otro lado, los peronistas la odian, pero estoy seguro que si la mujer fuera rubia y bonita estarían muy contentos en luchar por su paternidad.

El tema de las papeleras me sorprendió gratamente, por fin estoy de acuerdo con una manifestación popular. De todos modos, hay que evitar ver a los uruguayos como enemigos, si los tipos tuvieran trabajos dignos o ingresos justos no apoyarían la instalación de Botnia, la falta de laburo hace que le den prioridad al sustento (inmediato) por sobre la contaminación (largo plazo). La prostitución de Evangelina Carrozo es un punto superficial pero muy negativo del asunto.

¿Jorge Julio López?

En el plano internacional, la lamentable figura de Chávez y la fantochada de la cumbre y la anti cumbre (otra barbaridad de este gobierno) son bajones notorios. El presidente de Venezuela puede ser dos cosas: o un completo idiota irresponsable o un maquiavélico socio de George W. Las dos opciones me parecen improbables y, lo que es peor, las dos me parecen probables.

La contaminación del planeta está llegando a un punto bastante crítico, y nadie está haciendo nada para cambiar esta situación. No es algo nuevo, Kurt Voneggut viene hablando de esto hace 15 años, por lo menos. Al Gore presentó un recomendable documental (The Inconvenient Truth) tratando de alertar sobre el peligroso estado de salud de nuestro mundo, con repercusión menor. Supongo que, como en Matrix, ya es demasiado tarde para detener la maquinaria, las cosas seguirán marchando inertemente hasta que muera un buen grupo de personas, seguramente estadounidenses o europeos, que obliguen a los empresarios a tomar alguna medida. Sólo ellos son capaces de detener el avance contaminante de los autos y las fábricas, sin importar cuántos carteles levanten los militantes de Greenpeace. Recordemos que, hace pocos meses, millones y millones de personas se juntaron el mismo día en todas partes del mundo para detener la guerra de Irak, y que la guerra de Irak se realizó de todos modos, sólo porque la carencia de petróleo generaría más problemas en el mundo que una guerra con un país de Medio Oriente.

El canal E! transmitirá la entrega de los premios Nobel de la Paz. Sí, en serio. El evento será conducido por Sharon Stone y Angélica Houston. La paz es re glamorosa. ¿Se imaginan a E! transmitiendo la entrega del premio de Química, o de Física? Sería lo más, los científicos ahí sentados mientras Paulina Rubio sacude el culo monumental que Dios le dio. Sí, porque Paulina, la activista de la paz Paulina, va a tocar, además de Lionel Ritchie y John Legend. Seguro que los representantes llamaron a Noruega para ofrecer a sus artistas. Ojalá lo gane Bono, así se ceba con el pacifismo y deja la música de una buena vez.

V. Cine

Las dos mejores películas que vi este año (aunque seguramente habrá otra por ahí que me perdí y que veré en un tiempo) son las de Woody Allen y las de Martin Scorsese. No son dos novatos, precisamente. El cine me tiene bastante decepcionado. Creo que sigue siendo una forma artística bastante digna, pero también creo que nadie está tratando de decir nada en las películas. El componente lúdico se ha impuesto por completo y ahora impera irremediablemente. Valoro a un director como Iñárritu que al menos busca expresar alguna idea en sus películas (me refiero a Babel, la última que ha hecho). Nerds de historietas con problemas de madurez se están haciendo cargo del negocio, y hacen películas estúpidas envasadas como cool que me resultan irritantes. Quentin Tarantino es el mejor ejemplo. Me aburre inconmensurablemente. ¿Por qué no intenta decir algo alguna vez? Además salen remakes de historietas de la DC o de Marvel que inundan la pantalla y aburren. Las comedias de Owen Wilson, Vince Vaughn y Ben Stiller siguen siendo lo mejor que otorga Hollywood, y esto es bastante significativo.

El cine argentino se ha dado cuenta hace un tiempo que no necesita del público nacional para seguir siendo un negocio, así que se siguen financiando películas y más películas que ven 1000 espectadores pero que se estrenan en Europa y Estados Unidos. La Cautiva, por ejemplo, es un filme que aborda el tema de la dictadura y que acá no vio nadie. En Estados Unidos es un éxito menor, pero un éxito al fin. Creo que este detalle es revelador. Los directores están más preocupados en conocer Cannes que en tratar de hacer algo que todos podamos mirar. Lamento mucho la muerte de Bielinsky, El Aura no me gustó pero al menos el tipo tenía la capacidad de contar una puta historia sin ponerse a opinar de manera soberbia a lo Martel. Una película más de Trapero en la que no pasa nada y anhelo la muerte. Caetano sigue siendo la figura más respetable del cine nacional, talentoso y con la inteligencia suficiente como para hacer una película sobre la dictadura sin que aparezca un milico de bigotes diciendo hijos de puta o unos pendejos de guitarra tocando El Oso. Centenas de filmes se hacen en digital sin un mango, y no llegan a ningún lado. Uno termina dependiendo de la suerte que tenga su película en un festival (cuyo jurado generalmente no entiende nada de cine) y listo. Como el ente regulador es el INCAA, y sus condiciones son imposibles de cumplir si uno no vive en Capital y se pone a trabajar como un esclavo en publicidad, la mayoría opta por pedirle subsidios a otros organismos estatales para hacer lo que quiere. Realmente la situación es lamentable. Además, ¿cómo convencer a alguien de que pague 6 pesos para ver una película hecha con 4000 pesos y que relegue Misión Imposible 3, cuyo presupuesto es de 150 millones de dólares? Los pocos tipos que cuentan con el dinero para hacer películas con un presupuesto digno saben que el mercado argentino no es suficiente para recuperar la plata, por lo que planean su trabajo como para que le vaya bien en exhibiciones europeas.

VI. TV

No puedo hablar de televisión argentina porque sinceramente no la miro, me parece vergonzosa. Si los programas mas vistos son Sos Mi Vida y Showmatch yo no tengo nada que hacer en ese ámbito. He sintonizado ambos shows unos minutos y son directamente bochornosos.

Tengo dudas en algunos aspectos. ¿Quién hace la mala televisión? ¿Los productores o los televidentes? Cada vez estoy más seguro que la culpa es de los televidentes. Doy un ejemplo. El muy nabo de Luis Miguel Majul tiene un programa de cable. En ese programa entrevista científicos y gente talentosa de verdad. En La Cornisa invita a Flor de la V y a Rial, busca debates poniendo a gente de derecha de un lado y de izquierda del otro, va a un hospital a ver a la Pradón, es decir, hace una fantochada que busca desesperadamente ser vista. Calculo que esto se debe a que si invita al encargado de la Conicet a un canal de aire espanta al puto rating y le levantan el programa. La televisión se basa en que un montón de anónimos puedan reírse de los demás siempre y cuando esos demás cobren generosos sueldos.

Si un tipo, un adulto digamos, se sienta a ver Bailando por un Sueño, no hay posibilidad de debate: es un completo idiota. Pensemos que 30 puntos de rating equivale a 3 millones de espectadores. Supongo que hay 15 millones de argentinos con posibilidades de ver televisión, si excluimos bebés, familias humildes sin televisor y ancianos. Esto quiere decir que hay 12 millones de argentinos que todos los días reniegan de esos programas horripilantes. Entonces no todo está perdido, ¿no? Esos 3 millones de humanos que ven el show son imbéciles, directamente y sin rodeos, no sólo porque se bancan a Lafauci poniéndole una nota a algo, sino también porque toleran las publicidades insoportables de celulares y de afeitadoras eléctricas. Punto.

Le adjudico a cierto resabio adolescente mi capacidad para ver conspiraciones en todos lados. Quizás fueron todas esas temporadas de Expedientes X. Pero, de todos modos, está claro que los medios no se constituyen con el fin idealista de informar al pueblo sino que conforman un grupo de empresas tratando de mantenerse en el mercado de la noticia y hacer todo el dinero posible en el camino. Para el caso, Rivadavia, Mitre y Continental forman parte de lo mismo. Sin embargo, Radio 10 tiene un valor simbólico que todos conocemos y que es innegable. Es la radio de Feinmann, Hadad, González Oro y Casella, por nombrar los peores. Digamos que el elenco deja mucho que desear. Feinmann, en mi opinión, vale lo mismo que Pergolini o Tinelli, pero en la sociedad su nombre está más manchado, representa una idea que sin enunciarla conocemos y despreciamos. Eso es Radio 10. Lo peor de nosotros. El chiste fácil y la altanería argenta. Si bien un programa como Cuál Es? maneja los mismos vicios, la connotación de esta emisora (la más vista del país, lejos) es lamentable. Y si nosotros lo sabemos, la gente que trabaja en medios lo tiene bien en claro.

La próxima temporada del programa de Alejandro Dolina, La Venganza Será Terrible, será emitida por Radio 10.

Always the dollars, always the fucking dollars. (Joe Pesci, Casino).

VII. Fútbol

El Mundial pasó hace mil años, ¿no? Creo que lo que más nos duele a todos no es la eliminación contra el local vía penales, sino la certeza terrible de que pasarán muchos años hasta que ganemos nuevamente un Mundial.

Me alegro que Estudiantes haya salido campeón, siendo de Boca. Pero ciertos indeseables de ese plantel me despiertan dudas. Por ejemplo, el Cholo Simeone. Cada vez que lo escucho hablar está escupiendo haikus orientales en la línea de Confucio. Cito: “el único lugar donde campeón está antes de sacrificio es en el diccionario”. ¿Eh? ¿Quién es este tipo, la Efigie? Nunca escuché una frase tan pelotuda en toda mi existencia. Ya lo agarré con 5 o 6 de ese tipo. Y Verón... Lo increíble en este caso es que el pibe se esfuerza por parecer un buen tipo, hace todo lo posible, y sin embargo hay algo en su persona que nos va a chocar, aún cuando lo agarremos regalándole millones a nenes carenciados. Es más fuerte que él. ¿Existencia o esencia, Jean Paul?

VIII. Violencia

Hablaba hace poco de la ausencia del estado como modo ideal de estructurar las sociedades, haciendo referencia a aquella declaración de principios borgeana: “soy anarquista individualista en la línea spenceriana”. Claro que para llegar a una sociedad así se necesitan conciencias amplias y personas con la inteligencia suficiente como para saber que la ambición y la acumulación de capital no conduce a ningún lado y no garantiza ninguna felicidad. Hasta ese momento, lamentablemente, Rosseau, Hobbes y demás animalitos seguirán teniendo razón.

En Argentina, el Estado está ausente, y este gobierno lleva esa actitud al extremo. Uno siente que cualquiera puede cometer un delito y salirse con la suya sin ningún inconveniente. No pienso que la represión conduzca a ningún lado, sólo pido humildemente que un tipo que asalta a otro pase un tiempo en prisión y salga y siga con su vida. Claro que para eso se necesitan prisiones en buenas condiciones, y oportunidades de trabajo para el ladrón (que seguramente es producto de la condición excluyente de la sociedad misma), y policías con sueldos dignos y preparación necesaria, y ... Pero este estado de inactividad genera algo peligroso: la exacerbación por parte de los marginados de su propia condición, al punto de jactarse de la misma y construir valores dudosos partiendo de esa base. Es decir, si no se toman medidas urgentes, los marginados crean sus propias leyes que muchas veces se fundamentan en la idea de que todo tipo adinerado es adinerado a costa suya, por lo que extraerle dinero no constituye un crimen sino un derecho. Cuento esto porque a mí me han asaltado dos veces y los chorros me decían esto mismo mientras lo hacían.

La violencia se genera cuando se supone que no hay otra solución posible. Nadie desde la dirigencia está tratando de aportar una salida, los dirigentes se regodean haciendo acuerdos entre ellos pensando que “concilian”, o alguna otra cosa sin sentido. Entonces, y esto es lo peligroso, se comienza a generar el terrible sálvese quien pueda que consiste en hacer valer un derecho propio que en todo caso es tan válido como el que escribió Alberdi, si lo analizamos seriamente desde el punto de vista del marginado. Y no se trata sólo de las clases más humildes. La sociedad en general se está volviendo más y más violenta, porque uno sabe que el derecho nos imagina a todos en las mismas condiciones de debate, cuando eso no sucede desde hace años. Si antes las revoluciones eran organizadas o fogoneadas por individuos particulares, ahora se produce una y otra vez en pequeños hechos que demuestran que la ley vigente no abarca la complejidad de la sociedad actual. Años atrás, las personas se conformaban con un trabajo cualquiera que les permitiera mantener a su familia; hoy la sociedad misma nos vende una y otra vez un modelo de éxito que la mayoría no puede alcanzar, y eso genera un resentimiento general e indecible que sólo puede expresarse mediante la poética del piedrazo. Si el Estado no aporta ideas, no educa, no organiza, la convivencia se hace cada vez más difícil. En Europa hay grupos nazistas y focos de racismo, pero los tipos saben que si hacen algo indebido van presos, sencillamente. Esa espada de Damocles los paraliza y los desmorona como organización. Todo lo contrario pasa con, por ejemplo, los barras bravas. Se organizan porque saben que les irá mejor con leyes propias que respetando las de otros.

Le llevó miles de años a la humanidad pensar que escribiendo una par de reglas las cosas comenzarían a funcionar mejor. No son ideales, pero tratan de ser equitativas para todos. Si por algún motivo se pone a un tipo en la posición en la que debe robar o morir de hambre, el Estado debe estar ahí para darle una oportunidad a ese individuo mientras honra la ley escrita. Si no se hace nada, el daño es doble. Nadie está haciendo nada. Y en este estado de cosas es que el que roba o agrede cree que eso es la única salida. Lo mismo pasa con un taxista que labura 14 horas diarias y no llega a fin de mes, o con un trabajador con un laburo monótono que encuentra un poco de excitación un domingo en la cancha, y la lista sigue. La lista siempre sigue.

La sociedad está dividida, el otro es un personaje de ficción, distante y amenazante. La mayor parte de la clase media llama negros a cualquier grupo de personas, a las que podríamos definir objetivamente como indo americanas, que un martes a la tarde toma cerveza en una esquina de cualquier ciudad. Esa misma calificación se emite a bordo de un auto, o de un colectivo. Es decir, no se tiene ningún conocimiento previo del llamado negro excepto que, sospechosamente, se parece a alguien que nos ha asaltado alguna vez, o a algún violador que la televisión nos ha mostrado. Esto es estúpido desde cualquier ángulo desde el que lo miremos, y sin embargo sucede constantemente. Un sector de la gente humilde, y esto va en relación con lo que hablábamos de Jóvenes Pordioseros o con la frase de Pity: “esto va para todos los caretas que no quieren oler el olor a bosta del Riachuelo”, el careta es aquél afortunado que se compra todo aquello que el humilde no pude adquirir. Probablemente esa persona haya tenido más fortuna de cuna que cualquier residente de cualquier villa, pero pensar a alguien en términos de riqueza o pobreza y no en términos de buena o mala persona es discriminar, y punto. Toda discriminación es gratuita.

No soy apocalíptico, creo que las cosas aún pueden solucionarse. Hay que hacer algo ya.

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